¡Felicidades por tu
bebé recién nacido!
Tu bebé está creciendo y cambiando todos los días.
Cada bebé es diferente, pero todos usan movimientos y sonidos para avisarnos que tienen hambre, que están satisfechos, que están incómodos o que tan solo están cansados.
¿Con qué debo alimentar
a mi bebé?
La leche materna es el alimento perfecto.
- Tiene todos los nutrientes que tu bebé necesita para ayudarlo a no enfermarse.
- Cambia a medida que tu bebé crece. Mientras más amamantes a tu bebé, más se beneficiarán tú y él.
- La lactancia materna exclusiva (es decir, no dar fórmula, alimentos sólidos ni agua) aporta la mayor cantidad de beneficios para la salud y se recomienda durante los primeros 6 meses.
- Habla con el proveedor de atención médica de tu bebé si vas a amamantarlo exclusivamente y pregúntale si es posible que tu bebé necesite vitamina D extra.
Lactancia materna
La lactancia materna es la mejor manera de comenzar la vida para tu bebé.
Prepárate. Aprende todo lo posible sobre la lactancia materna. Cuanto más conocimiento tengas, más confianza sentirás.
Encuentra apoyo. Es posible que la lactancia materna no siempre sea fácil. Averigua a quién puedes llamar para pedir apoyo. WIC te puede ayudar.
Amamanta con frecuencia. Mientras más leche salga de los pechos, más leche producirán. Alimenta a tu bebé con la frecuencia que él quiera.
La leche materna o la fórmula para bebé con hierro es lo único que tu bebé necesita para crecer y desarrollarse los primeros 6 meses.
Alimentación con biberón
Sin importar que el biberón tenga leche materna
o fórmula:
- Deja que tu bebé controle el ritmo al que bebe del biberón. Confía en que sabrá cuando esté satisfecho. No obligues a tu bebé a terminarse el biberón.
- Mantén biberones preparados con antelación en el refrigerador hasta que estés lista para alimentar a tu bebé y úsalos a más tardar 24 horas luego de prepararlos.
- Usa la fórmula para bebés preparada a más tardar dos horas luego de sacarla del refrigerador. Tira la fórmula que quede en el biberón una hora luego de que tu bebé empiece a comer.
- Jamás calientes leche materna o fórmula en el microondas. Hacerlo destruye nutrientes importantes y crea focos de calor que pueden quemar la boca de tu bebé. Calienta los biberones en agua caliente.
Alimentación con fórmula
La fórmula aporta todo lo que tu bebé
necesita para crecer fuerte.
Al seguir una receta, es importante mezclar correctamente los ingredientes. ¡Es lo mismo al mezclar la fórmula! Sigue las instrucciones de mezclado que se indican en la lata. Siempre agrega agua al biberón primero y luego incorpora la fórmula.
Tu bebé necesita tu tacto
Sostén a tu bebé cuando lo alimentes con biberón.
Le gusta mucho ver tu cara. Dejar apoyado el biberón en algo para alimentarlo puede hacer que se ahogue y causarle infecciones de oído.
Cuando lo alimentes con biberón, solo dale leche materna o fórmula. No pongas comida ni cereal para bebé en el biberón, pues hacer esto aumenta el riesgo de que se ahogue.
¿Con qué frecuencia debo alimentar a mi bebé?
Aliméntalo cada 1½ a 3 horas, o de 8 a 12 veces cada 24 horas.
Si lo alimentas con biberón, comienza ofreciéndole una cantidad pequeña cada vez—de 2 a 3 onzas de leche materna o fórmula—hasta que conozcas las preferencias de tu bebé.
Recuerda que todos los bebés son diferentes. Comen distintas cantidades de un día a otro. A medida que tu bebé y su estómago van creciendo, es posible que coma con menos frecuencia, pero podrá comer más cada vez que lo haga.
Es posible que tengas que despertar al bebé para alimentarlo si está somnoliento.
Los recién nacidos tienen un estómago muy pequeño y es necesario alimentarlos con frecuencia.
Haz clic aquí para conocer cuál es el tamaño del estómago de tu bebé a estas edades determinadas:
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Una canica o una cereza
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Una nuez
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Un chabacano
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Un huevo grande
Mantente atenta a las señales del bebé
Los bebés dan señales para avisarte lo que necesitan. Si estás atenta a estas señales, puedes responder a lo que quiere el bebé antes de que comience a llorar. ¡Es mucho más fácil alimentar a un bebé tranquilo!
Hambre
Cuando tiene hambre, es posible que tu bebé:
- Se lleve las manos a la boca o cerca de ella
- Mueva los brazos y las piernas
- Haga sonidos como si chupara algo
- Mueva la boca o la lengua
- Gire la cabeza o busque el pezón (reflejo perioral)
Alimenta a tu bebé antes de que tenga demasiada hambre. Un bebé con hambre podría llorar, pero también mostrará estas otras señales.
Saciedad
Cuando se sienta satisfecho, es posible que tu bebé:
- Succione más lentamente o deje de hacerlo
- Relaje las manos y los brazos
- Se voltee en dirección contraria al pezón
- Empuje para alejarse
- Se duerma
Estas señales significan que está listo para dejar de comer.
El bebé puede comunicarte lo que necesita sin palabras y tan solo con los movimientos de su cuerpo. Responder las señales de tu bebé puede ayudar a que esté tranquilo y contento.
¿Por qué lloran los bebés?
El llanto es normal. Es una de las maneras en las que tu bebé te comunica que necesita algo. Responder a las necesidades de tu bebé le enseñará que te importa. Sostener a tu bebé no es malcriarlo.
Consejos que ayudan
- El llanto no siempre significa que tu bebé tiene hambre. Busca señales de lo que te está diciendo tu bebé.
- Intenta tener paciencia. Es posible que pasen varios minutos antes de que tu bebé se calme. Si tu bebé sigue llorando o se molesta más, intenta algo diferente.
- Los bebés se calman más fácilmente cuando se repiten sonidos y acciones. Intenta:
- Balancearlo y mecerlo a un ritmo constante.
- Cantar sutilmente la misma melodía una y otra vez.
- Sostén al bebé cerca de tu cuerpo para que pueda oír el latido de tu corazón.
- Si te das cuenta de que te estás molestando, pon al bebé en su cuna o en un lugar seguro, sal de la habitación y respira profundamente algunas veces para calmarte.
- ¡NUNCA agites a tu bebé! Los músculos del cuello de los bebés son débiles. Agitar a un bebé puede causar daño cerebral e incluso la muerte.
Crecimiento repentino
Cuando los bebés pasan por etapas de crecimiento repentino,
es posible que coman más de lo normal.
Cada bebé es diferente, pero el crecimiento repentino suele suceder cuando tienen:
Durante el crecimiento repentino, es posible que los horarios de tu bebé cambien y que quiera comer y dormir más de lo normal.
Los bebés necesitan más comida a medida que crecen.
Tu cuerpo producirá más leche para satisfacer las necesidades de tu bebé. Mientras más frecuentemente lo amamantes o más leche te extraigas, más leche producirás.
Si parece que tu bebé sigue hambriento luego de terminarse un biberón, dale 1 o 2 onzas más.
Los bebés de menos de 6 meses no necesitan agua, ni siquiera si hace calor. La leche materna o la fórmula le brindan al bebé toda el agua que necesita.
En general, si cambias de 6 a 8 pañales sucios al día, lo más probable es que tu bebé esté comiendo lo suficiente. Habla con WIC o con el proveedor de atención médica de tu bebé si tienes inquietudes sobre el aumento de peso o el crecimiento correcto de tu bebé.
¿Cuándo dormirá más mi bebé?
A medida que tu bebé crece, su sueño cambiará y se hará más predecible.
Es necesario despertar a los bebés para alimentarlos y cuando ellos necesiten sentirse seguros y cómodos.
Todos los bebés son diferentes; los periodos de edad siguientes son una guía general.
El sueño de tu bebé será impredecible. Tu bebé se está acostumbrando al mundo nuevo y es posible que confunda el día y la noche.
La mayoría de los bebés duerme durante breves periodos de
2 a 3 horas.
La mayoría de los bebés puede dormir de 4 a 5 horas cada vez.
Es posible que haya veces en las que los bebés se despierten con más frecuencia a causa del crecimiento repentino, enfermedad, cambios de rutina o aprender una nueva habilidad, como girar o gatear.
Consejos para
cuidadoras con sueño
Estos consejos no harán que tu bebé duerma toda la noche, pero tal vez te ayuden a TI a dormir unos minutos más.
- Mantén las luces tenues mientras alimentas o haces eructar a tu bebé, o le cambias el pañal.
- Descansa mientras tu bebé duerme: incluso sentarte en silencio te puede ayudar a sentirte más descansada.
- Intenta usar ruido de fondo. Reproduce música a volumen bajo o enciende un ventilador silencioso para que no te despiertes con cualquier sonidito que haga tu bebé. Aún podrás oír cuando tu bebé en verdad te necesite, pero no te despertarás cada vez que se mueva.
Sueño seguro
- Siempre coloca a tu bebé de espaldas para que duerma.
- Usa un colchón firme.
- Quita las almohadas, las colchas y los juguetes de la cama.
Los bebés se pueden sofocar si una cobija, un juguete o una almohada les cubre la boca. - Comparte la habitación, pero no la cama. Tu bebé debe dormir él solo en una cuna, una practicuna o un moisés.
Mantén sano y salvo a tu bebé.
- Los bebés no necesitan jugo ni bebidas azucaradas. Tienen mucha azúcar y llenan su estómago.
- Limpia las encías de tu bebé y los dientes que ya tenga con un paño limpio, mojado y blando luego de que coma o beba, en especial antes de la hora de dormir.
- No compartas tus cucharas ni limpies sus chupones con tu boca.
Los gérmenes pueden pasar de tu boca a la de tu bebé y causar
caries y enfermedades. - Protege a tu bebé y a tu familia del humo pasivo. No permitas que nadie fume cerca de tu bebé, en tu casa ni en tu automóvil.
- Leche de vaca u otras leches no lácteas (como la de soya o almendra). Son demasiado difíciles de digerir para el cuerpo de tu bebé y pueden ocasionar problemas de salud.
- Miel y alimentos hechos con miel. La miel puede contener bacterias que causan botulismo infantil, una enfermedad grave. Estas bacterias no son nocivas para los niños y adultos.
¿Cuándo puede comer alimentos sólidos mi bebé?
Espera a que tu bebé tenga alrededor de 6 meses para ofrecerle alimentos sólidos. Tu bebé necesita tiempo para desarrollar su sistema inmunitario y los músculos de la boca para que pueda aprender a comer y tragar alimentos adecuadamente.
¿Lo sabías? Dar alimentos sólidos no ayuda a que los bebés duerman toda la noche ni hace que coman menos veces al día.
Lo mejor que puedes hacer por tu bebé es esperar a que esté listo para ofrecerle alimentos sólidos. Darle de comer alimentos sólidos demasiado pronto puede ocasionar:
- Que la leche materna o la fórmula no aporten suficientes nutrientes
- Un aumento de peso excesivo
- Un mayor riesgo de ahogamiento
- Intolerancias a alimentos
- Alergias
Lo que debes saber
sobre el popó,
el vómito y los eructos
Vómitos
Los bebés vomitan menos si están tranquilos mientras se alimentan y si dejan de comer cuando están satisfechos.
Eructos
- Los bebés tragan aire cuando comen y es posible que necesiten que los hagas eructar. Sin embargo, no todos los bebés eructan luego de comer.
- Espera hasta que tu bebé deje de comer para hacerlo eructar.
Al amamantarlo, hazlo eructar cuando cambies de seno. - Para hacerlo eructar, sostén a tu bebé con su estómago apoyado en tu pecho o regazo y dale palmaditas en la espalda o frótasela.
Popó
Del nacimiento a alrededor de las 2 semanas
El primer popó de tu bebé será negro y pegajoso. Unos cuantos días luego de haber nacido, el popó de tu bebé pasará de negro a verde, amarillo o marrón. Los bebés recién nacidos deben hacer popó al menos una vez al día.
Cuando los bebés tienen unos cuatro días de vida, es normal que hagan popó unas 3 o 4 veces al día y que sea del tamaño de una moneda de veinticinco centavos o más grande. Los bebés que son amamantados hacen popó amarillo y aguado (es decir, que va de blando a acuoso), cuyo aspecto podría ser sedimentoso o grumoso, y eso es normal.
De 2 a 4 semanas
Es normal que tu bebé haga popó unas 3 o 4 veces al día, o más. Algunos bebés hacen popó cada vez que comen.
De 4 a 6 semanas
Algunos bebés empiezan a hacer popó con menos frecuencia.
Es posible que tu bebé haga popó una o más veces al día. O también puede ser normal que tu bebé haga popó solo una vez cada
3 a 5 días, siempre y cuando esté subiendo de peso y creciendo.
Si tienes inquietudes sobre el popó de tu bebé, habla con el proveedor de atención médica de tu bebé.
¡Juega conmigo!
Juega con tu bebé cuando esté alerta y relajado.
Pon una cobija en el piso y coloca a tu bebé boca abajo. Mira cómo tu bebé estira y mueve los brazos y las piernas.
Poner a tu bebé en el piso para que se mueva lo ayuda a fortalecerse, aprender a girarse y explorar. Procura no dejar demasiado tiempo a tu bebé en columpios, carriolas, sillas rebotadoras o centros de actividad para bebés.
JUJGAR ME AYUDA A…
aprender
mejorar mi coordinación
fortalecerme
crear un vínculo contigo
explorar
¡Mira lo que puedo hacer!
Estoy listo para aprender sobre ti, sobre mí y sobre el mundo. Aprendo mejor cuando me siento feliz, querido y seguro.
Del nacimiento a los 3 meses
Tu bebé conoce tu voz.
Habla con tu bebé. Tu voz lo hará sentirse tranquilo.
Muéstrale cosas a tu bebé y háblale de ellas. A tu bebé le gustará verte y aprender lo que haces.
Léele a tu bebé. Esto ayudará a que tu bebé se desarrolle y comprenda el idioma y los sonidos.
Lleva un seguimiento del desarrollo de tu hijo con listas de hitos fáciles de usar; visita www.cdc.gov/milestonetracker
De los 4 a los 6 meses
Tu bebé comenzará a tener una rutina.
- Intenta seguir un horario para dormir y otras actividades de modo que tu bebé aprenda qué puede esperar.
- Es posible que tu bebé duerma más tiempo: unas 4 a 6 horas cada vez.
Tu bebé se hace más fuerte y activo mientras crece. Tu bebé:
- Puede sostener la cabeza.
- Usa las manos para agarrar cosas y ponérselas en la boca. Mantente atenta a tu bebé para que no se ahogue.
- Sabe que estás diciendo su nombre cuando lo pronuncias.
- Balbucea diciendo “ba, ba, ba”.
- Tal vez le guste jugar a “¿dónde está el bebé?” o “tortillitas de manteca”.